En El Emporio de las Sábanas creemos que la calidad no termina en la compra, sino que se extiende en el tiempo con los cuidados adecuados. Ya sea que te lleves unas sábanas suaves, unas toallas absorbentes, un cubrecama abrigado o almohadones decorativos, todos nuestros productos merecen una atención especial para mantener su belleza, textura y duración.

A continuación, te dejamos una guía práctica para cuidar tus textiles del hogar como se merecen:

 

 

🛏️ CUIDADOS DE SÁBANAS

  • Primer lavado: antes de usarlas, lavalas con agua fría o tibia y jabón neutro. Esto elimina residuos de fábrica y activa las fibras.

  • Separá los colores: siempre lavá colores claros y oscuros por separado para evitar transferencias.

  • No uses suavizante: puede dejar residuos y afectar la transpirabilidad de la tela.

  • Secado al aire: si podés, colgalas a la sombra. El sol directo puede desgastar los colores.

  • Plancha opcional: si querés un look prolijo, usá plancha a temperatura media.

 

 

🚿 CUIDADOS DE TOALLAS

  • Lavalas antes del primer uso para activar la absorción.

  • Nada de suavizantes: reducen la capacidad de absorción de las fibras.

  • No sobrecargues el lavarropas: así evitás que se apelmacen o pierdan forma.

  • Secado ideal: al aire o en secadora con temperatura baja.

  • No las planches: esto puede dañar las fibras y reducir su suavidad.

 

 

❄️ CUIDADOS DE ACOLCHADOS Y CUBRECAMAS

  • Revisá la etiqueta: algunos modelos pueden ir al lavarropas y otros requieren limpieza en seco.

  • Lavado ocasional: no necesitan lavarse seguido; con airearlos de vez en cuando basta para mantenerlos frescos.

  • Lavar en ciclos suaves y con agua fría, sin suavizantes ni centrifugado fuerte.

  • Secado horizontal o colgado a la sombra, bien extendido para evitar deformaciones.

 

 

🛋️ CUIDADOS DE ALMOHADONES

  • Fundas lavables: si tus almohadones tienen cierre, retirales la funda y lavala aparte.

  • Interior del almohadón: no suele necesitar lavado frecuente, pero si es necesario, lavalo a mano y dejalo secar bien al sol.

  • Mantenelos aireados: sacalos al aire libre de vez en cuando para evitar olores o ácaros.

  • Evitá el exceso de roce o peso si son decorativos, para que no pierdan forma ni se dañen las costuras.

 

 

Un extra de cariño, siempre suma

Con pequeños gestos podés lograr que tus textiles se mantengan como nuevos por mucho más tiempo. Cuidarlos no solo preserva su calidad, sino que también cuida tu inversión y el confort de tu hogar.

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